domingo, 9 de diciembre de 2012
lunes, 3 de diciembre de 2012
Un poco para leer....
Euforia, sensación de júbilo y bienestar, son algunos de los efectos
que experimentan las personas que consumen bebidas energizantes; sin
embargo, lo que sucede en su cuerpo es un estímulo al sistema nervioso
central, que brinda vitalidad traducida en ausencia de sueño, muy
diferente a la energía normal, alertan especialistas del Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La doctora Guadalupe Elsa
Pizano Romo, jefa de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona
(HGZ) 26 Chilpancingo, comentó que debido a sus componentes (taurina y
cafeína, principalmente), estos líquidos pueden producir daños
irreversibles en riñón, corazón y sistema circulatorio, así como
taquicardia, ansiedad, desesperación y sed, y pueden provocar daños aún
mayores.
Mencionó que hasta 60 por ciento de los jóvenes, de entre
16 y 30 años de edad, son quienes más ingieren estos productos que,
combinados con alcohol, incrementan dichos efectos y ocasionan
malestares en las personas, por lo que acuden al médico para recibir
tratamiento.
La especialista afirmó que estas bebidas también
inhiben el apetito, por lo que tienen una estrecha relación con
trastornos alimenticios como la anorexia.
Se calcula que 20 de
cada 100 casos se asocian con su consumo, y aunque parezca
contradictorio, precisó, también inciden, hasta 40 por ciento, en el
riesgo de padecer obesidad, dados sus altos porcentajes de calorías,
aunados a la mala alimentación y el sedentarismo de quienes las
consumen.
Por su parte, el doctor Ulises Silva Cervantes,
endocrinólogo del HGZ No. 24 del IMSS, explicó que regularmente la gente
bebe energizantes cuando asiste a bares, fiestas o discotecas, con la
finalidad de evitar el sueño. Sin embargo, las combinan con sustancias
etílicas que provocan deshidratación, y al pasar el efecto, la persona
presenta dolores de cabeza, hipertensión, dilatación de pupilas, vómito,
hiperactividad y nerviosismo.
Ante la presencia de dichos
síntomas, y en especial taquicardia, dijo Silva Hernández, se debe
acudir al médico, se hayan o no combinado los energizantes con alcohol,
puesto que la sangre se espesa y se forman coágulos que pueden derivar
en infartos (renales o al miocardio), sin importar la edad de los
consumidores.
Por último, los especialistas del Seguro Social
recomendaron no ingerir estas bebidas mezcladas con sustancias etílicas;
no tomarlos en etapas como el embarazo y lactancia, para evitar daños
neurológicos en el producto, y evitarlos si se padece diabetes o
hipertensión.
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